A la hora de practicar el método Pilates, hay que tener una serie de precauciones para no lesionarse o empeorar la patología de espalda.
Continuamos la entrada anterior, ahora vamos a fijarnos en que principios o aspectos debemos tener en cuenta que precauciones tomar durante la práctica de Pilates.
Precauciones en pilates:
Uno de los principales problemas y precauciones que hay que tomar, viene con la pelvis y la decisión de trabajar en imprint o retroversión o pelvis neutra.
Esto es una elección del terapeuta y debe ser personalizada en función de cada individuo, lo lógico es que la gente muy sedentaria y con poco nivel o lesionada trabajé en imprint que es más fácil.
Pero a su vez esta gente puede tener la espalda rectificada y necesita movimiento así que tampoco debe abusar de esta posición.
Posición de mesa:
Respecto a la posición de mesa, es que puede fortalecer la espalda o provocar lumbalgias algo muy utilizado por los detractores del Pilates para desaconsejar su uso.
Atendiendo a la lógica, si pasamos mucho tiempo sentados con caderas y rodillas flexionadas a 90º en el trabajo poco sentido tiene trabajar mucho tiempo en esta postura.
Tendremos que elastificar ésta musculatura, además esta postura activa mucho el psoas que si recordamos su inserción en las vértebras lumbares, en presencia de unos abdominales débiles puede provocar un mayor dolor de espalda.
No se trata de no hacer esta postura, sino de hacerla con cuidado y una progresión estable y no abusar de ella.

Posición de la cabeza:
Otra de la precauciones debería ser la posición de la cabeza arriba con flexión de cuello, implica una flexión de toda la columna cervical entera.
En condiciones normales los músculos flexores de cuello profundo no están atrofiados, pero una gran parte de la población debido al tipo de trabajo y posición sedentaria los presenta atrofiados.
Los flexores superficiales como el ECOM, están acortados y lo extensores están distendidos y atrofiados, en caso de levantar la cabeza tensaremos más los músculos flexores superficiales y estiraremos más los extensores lo que provocará más dolor de cuello y dolor de hombros.
Una vez que dominemos esta posición pasaremos a levantar la cabeza y trabajar los flexores más superficiales.
Así que a la hora de practicar Pilates hay que tener en cuenta las precauciones y saber bien cuál es nuestro problema y a qué profesional acudir para no empeorar el problema.
En general el Pilates funciona muy bien, pero siempre adaptando a cada caso particular el ejercicio, no el ejercicio al paciente y por tanto a las distintas patologías.